En algunas líneas...
Si se conciben las escuelas como centros de cultura y cuya función es democratizarla, corresponde también a la escuela acercar a los jóvenes, herramientas para fortalecer la convivencia dentro del marco de los derechos humanos y si al mismo tiempo, pretendemos formar integralmente a los educandos, debemos ayudarlos a desarrollar capacidades para interpretar y utilizar otros lenguajes, así como también para que puedan leer la realidad desde una actitud crítica, y sean personas creativas. Pensamos que el aporte de este espacio puede potenciar, sin lugar a dudas, el desarrollo de las mismas habilidades.
El proyecto, Juventud, Participación y Ciudadanía, nació con la idea de involucrar a toda la comunidad educativa de manera tal que exista una educación mutua en valores éticos, es decir, humano y humanizantes, impulsando así la vinculación entre la escuela y el entorno. Por valores entendemos "las direcciones constantes que van a adoptar las personas y las culturas en sus comportamientos" (Onetto: 1997), es decir, que responden a las necesidades últimas de nuestra existencia y guían así nuestras elecciones.
Por ello, es necesario que este itineario, recorrido escolar, sea mantenido dentro de los currículos escolares.
Si se conciben las escuelas como centros de cultura y cuya función es democratizarla, corresponde también a la escuela acercar a los jóvenes, herramientas para fortalecer la convivencia dentro del marco de los derechos humanos y si al mismo tiempo, pretendemos formar integralmente a los educandos, debemos ayudarlos a desarrollar capacidades para interpretar y utilizar otros lenguajes, así como también para que puedan leer la realidad desde una actitud crítica, y sean personas creativas. Pensamos que el aporte de este espacio puede potenciar, sin lugar a dudas, el desarrollo de las mismas habilidades.
El proyecto, Juventud, Participación y Ciudadanía, nació con la idea de involucrar a toda la comunidad educativa de manera tal que exista una educación mutua en valores éticos, es decir, humano y humanizantes, impulsando así la vinculación entre la escuela y el entorno. Por valores entendemos "las direcciones constantes que van a adoptar las personas y las culturas en sus comportamientos" (Onetto: 1997), es decir, que responden a las necesidades últimas de nuestra existencia y guían así nuestras elecciones.
Por ello, es necesario que este itineario, recorrido escolar, sea mantenido dentro de los currículos escolares.
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